II Taller de expertos para la investigación ‘Crecimiento inclusivo 2020’

A través de una sesión virtual, el Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo y Prodigioso Volcán celebramos el pasado 16 de junio de 2020 un taller con perfiles expertos para enriquecer el componente cualitativo de la investigación que estamos elaborando sobre “crecimiento inclusivo”.

Los objetivos del taller eran varios. Además de promover el networking y las alianzas entre los 15 profesionales del ámbito de la Administración Pública, el sector privado, la academia y las ONG, queríamos discutir los elementos más importantes y significativos que tienen que tener en cuenta las iniciativas de crecimiento inclusivo promovidas desde el sector privado.

En base a tres iniciativas y casos prácticos de crecimiento inclusivo propuestas por el Observatorio, dividimos a los participantes en tres grupos y les guiamos en la dinámica “Business Model COVID”, una herramienta creada por Prodigioso Volcán. Por medio de este tablero o mapa visual estratégico que adaptamos a las particularidades del crecimiento inclusivo y objetivos de la investigación, los expertos tenían que plantear diferentes propuestas, soluciones y pautas para la acción para los tres proyectos, con el objetivo de crear un impacto social positivo para personas en riesgo de exclusión.

El primer equipo desarrolló una iniciativa desde el área de Recursos Humanos que promovía la empleabilidad para colectivos en riesgo de exclusión como jóvenes y mayores de 50 años en situación de desempleo (en línea, con nuestro Action Lab Impact Hiring). El segundo equipo desarrolló un proyecto que impulsaba la igualdad de oportunidades de los jóvenes en el acceso a la educación online, en especial, durante y tras la situación derivada de la pandemia de la COVID-19. El tercer equipo planteó una iniciativa empresarial enfocada a adaptar productos y servicios (del sector turismo, financiero, o telecomunicaciones…) para colectivos que están en riesgo de exclusión. Con esto, se busca mejorar la accesibilidad, a este portafolio, a personas con discapacidad, personas mayores, personas sin formación digital…

Model COVID

Tablero equipo 1Tablero equipo 1

Debate y puesta en común

Por último, a través de una dinámica de preguntas y respuestas los participantes expresaron su visión y compartieron con el resto de expertos su pensamiento sobre algunas cuestiones del crecimiento inclusivo en una conversación dirigida por nuestras especialistas del Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo. Compartimos algunas de las conclusiones y resultados del taller que seguiremos profundizando en el marco de la investigación:

La crisis supone una oportunidad para que la sostenibilidad y el impacto social pasen al centro de los negocios

El contexto COVID-19 no generará un cambio de rumbo automático, aunque la pandemia ha contribuido a una mayor solidaridad de la sociedad y hacia colectivos con mayor riesgo de vulnerabilidad, como las personas mayores. La COVID-19 ha evidenciado un giro hacia el humanismo, con una sociedad civil, organizaciones y líderes más comprometidos con la sociedad.

Concretamente, para las empresas la COVID-19 ha reconfirmado su capacidad para generar un impacto positivo en la sociedad y adaptar sus carteras de productos y servicios a poblaciones afectadas por la crisis socioeconómica.

Si bien gran parte de las iniciativas serán obra del sector público, la situación generada por la pandemia dificultará que las empresas no se posicionen o pasen de puntillas por las cuestiones sociales.

Se trata, en cualquier caso, de una buena oportunidad.

En la era post COVID-19, el departamento de Sostenibilidad o RSC debería ser una de las áreas que, junto con el área de Recursos Humanos, hayan ganado un mayor protagonismo. Cuestiones como el bienestar social y la salud han ganado protagonismo y convivirán con el cambio climático en los documentos estratégicos de las compañías.

En este contexto de oportunidad para lo social, donde se resignifica la importancia del trabajo del área de sostenibilidad dentro de las empresas, será necesario trabajar en el alcance de las estrategias de impacto social para no limitarnos únicamente en apoyos filantrópicos y exista un mayor impacto estratégico en el espacio y en el tiempo.

Si bien, desarrollar productos y servicios adaptados a colectivos en riesgo de exclusión era un tema ya puesto sobre la mesa, la pandemia ha acelerado esta necesidad de contribuir desde las áreas de negocio con productos socialmente inclusivos. El diseño de productos accesibles no representa un sobrecoste. Es importante derribar ese mito.

No todas las empresas pueden trabajar de la misma manera en temas de crecimiento inclusivo, por eso cada una debe proponer y ejecutar los proyectos que mejor se adapten y más viabilidad e impacto tengan en el sector que operan.

En el taller, los expertos enfatizaron la importancia de generar un portafolio accesible tanto en productos y servicios como en costos. Este último, con el objetivo de diseñar un portafolio 100% inclusivo que no discrimine a personas por su discapacidad ni su nivel socioeconómico. Para esto, recomiendan buscar el conocimiento interno de los equipos y también la sinergia con otros actores y expertos que ayuden en la conceptualización de un producto integral con soluciones tecnológicas accesibles y de valor.

A su vez, consideran fundamental trabajar en un cambio cultural interno que, de cara al futuro, permita iniciar una transición hacia espacios, servicios y productos más accesibles en el modelo de negocio de la empresa. Asimismo, los expertos consideran que el inicio de hoteles con servicios y productos de este tipo podrían derivar, más adelante, el desarrollo de destinos turísticos accesibles que cuenten con establecimientos inclusivos.

Alianzas para remar en la misma dirección como sociedad y frente a una mayor exclusión

Como consecuencia de la recesión económica que causará la COVID-19, se reafirma también la necesidad de un trabajo conjunto entre los distintos actores de la sociedad, en el que las sinergias entre empresas privadas así como las alianzas con el sector público serán claves para ayudar a paliar los niveles de desigualdad existentes y evitar que se recrudezcan aún más.

El sector público y privado deben remar en la misma dirección para evitar una fractura social post COVID-19. No se puede avanzar sin alianzas con instituciones públicas que reafirmen esta forma de trabajar y la urgencia de este compromiso con la sociedad.

En la conformación de las alianzas para promover iniciativas de crecimiento inclusivo es clave la participación de los grupos de interés o colectivos que viven en primera persona la necesidad o el reto social para la búsqueda de la solución. Una solución que no excluya a nadie y sea accesible para personas de distintos niveles socioeconómicos.

En este sentido, en el taller y en base a los casos prácticos concretos se plantearon diferentes iniciativas que promueven acuerdos público-privados. Por ejemplo, para paliar la brecha digital de jóvenes en riesgo de exclusión, se destacó la necesidad de formar una alianza que permita la digitalización de los jóvenes para que cuenten no sólo con acceso a dispositivos tecnológicos sino también con las habilidades tecnológicas adecuadas para la formación online. Estas alianzas podrían contemplar formación en habilidades, la ideación de mecanismos y programas para reducir el abandono escolar a edades tempranas, formaciones intermedias que permitan reengancharse al sistema o planes privados de mentoría y becas para los jóvenes con bajos recursos económicos.

Un marco regulatorio adecuado y específico para la situación excepcional que se vive

Para las organizaciones es fundamental contar con un incentivo regulatorio para trabajar en políticas de crecimiento inclusivo.

Como uno de los condicionantes externos para promover una economía inclusiva, se apuntó directamente a la implicación de la administración pública. Aunque desde el sector púbico en los últimos años se han dado algunos pasos para promover el impacto social del sector privado, como la integración de cláusulas sociales en la contratación pública, hay aún mucho camino por recorrer.

En este contexto post COVID en el que vivimos, contar con un marco regulatorio adecuado y específico para esta situación excepcional es crítico. En el taller los expertos apuntaron la necesidad de contar con un esquema flexible de empleo que permita fomentar la contratación en estos momentos, reducir la exclusión a la vez que facilita la recuperación económica de la empresa; rebaja de las cuotas de autónomos y otros incentivos al autoempleo y el pequeño emprendimiento. o incentivos en materia de fiscalidad (actualmente una empresa social tiene la misma carga impositiva que cualquier otra empresa). Son pasos importantes que se pueden dar. Si el estado apuesta, las empresas amplifican.