Arranca la IX investigación sobre inversión en la comunidad

Hemos estrenado la novena investigación con el primer taller, que evidenció una realidad cada vez más notable: las empresas pueden y deben jugar un papel activo en la transformación de las comunidades donde operan. A lo largo de este proceso, nos proponemos sistematizar estrategias, definiciones, metodologías e indicadores que permitan orientar a las empresas hacia una inversión social alineada con su actividad de negocio.

 

¿Cuáles son los objetivos de la novena investigación?

La publicación tiene por objetivo central explorar cómo las empresas pueden maximizar su impacto positivo en las comunidades donde operan, a través de distintas formas de inversión social. Para ello, buscamos:

  • Conocer los conceptos de inversión en la comunidad e impacto social y clasificarlos en categorías claras vinculadas a «filantropía», «acción social» y «valor compartido».

  • Poner en valor el sentido estratégico de esta inversión, evidenciando no solo los beneficios sociales, sino también los beneficios económicos y competitivos para la empresa.

  • Sistematizar metodologías de medición de impacto, alineadas con marcos de referencia europeos y herramientas como Prosper4ALL.

  • Recoger y ordenar buenas prácticas empresariales, con el fin de ofrecer pautas replicables que inspiren a otras compañías.

 

El primer taller de trabajo: un espacio para el debate

Gracias a la colaboración y acompañamiento de 21gramos, agencia de comunicación y consultoría especializada en impacto positivo, tuvimos la oportunidad de reunir a una nutrida representación de empresas líderes para reflexionar sobre el significado de “inversión en la comunidad”, sus distintas formas y sus implicancias prácticas y estratégicas.

Las compañías vinieron representadas por: Belén Villalva, Senior Advisor en Relaciones con Comunidades y DD. HH de Repsol; Lucía Martínez, Especialista en proyectos de Mahou San Miguel; Trinidad Dávila, Responsable de Sostenibilidad, y Livia Hernández, Especialista en Sostenibilidad de Grupo DIA; Sergio Figuerola, Director General y Socio de BCG; Inés Funes, Analista de Impacto de Global Social Impact; Joan Fontrodona, profesor y Director del Departamento de Ética Empresarial del IESE; Myriam Estarrona, CEO de Open Value Foundation; Raúl Espinosa, Director General de SQRUPS!; Esther Fernández, Directora de Sostenibilidad Corporativa y Fundación KPMG; Albert Gendrau, Jefe de Atención a la Empresa en el Departamento de Integración Sociolaboral, y Beatriz Torres,  Gestora de la Oficina de Empresas del Programa Incorpora de Fundación “la Caixa”; Beatriz Rubio, Jefa de Sostenibilidad Social de ILUNION; además del equipo de CODESPA y de 21gramos.

Durante la primera parte del taller, se plantearon preguntas clave: ¿qué entendemos por inversión en comunidad? ¿qué acciones la componen? ¿cómo se relacionan con el negocio? Las respuestas, como era de esperar, fueron diversas, pero reflejaron un cambio de paradigma: hoy hablamos de inversión social no solo como un complemento del negocio, sino como una línea estratégica integrada en el mismo.

 

Los responsables de las empresas participantes durante el taller de trabajo, del pasado 11 de julio, en las oficinas de BCG.

 

Establecer un lenguaje común es clave

Identificar los términos adecuados para definir un lenguaje común no es tarea sencilla, y así lo descubrimos. A partir de los aportes de los participantes, se llegó a la conclusión de que: la distinción entre inversión e impacto no siempre es nítida, y los términos filantropía, acción social y valor compartido no deben entenderse de forma lineal, sino como enfoques conectados, dinámicos y dependientes del contexto.

En concreto, para las compañías, todo aquello que se conoce como filantropía, acción social y valor compartido pueden concebirse como «categorías vivas», debido a la capacidad para solaparse, evolucionar y complementarse. Varias empresas participantes compartieron ejemplos reales para clasificar sus acciones y, en todos los casos, quedó patente una realidad urgente: muchas empresas se enfrentan a obstáculos internos que dificultan una visión estratégica del impacto. Algunos de ellos son: la confusión sobre conceptos, las barreras culturales o la desconexión entre departamentos, entre otros casos.

Una conclusión importante del taller fue la necesidad de contar con metodologías de evaluación rigurosas que permitan cuantificar y dar seguimiento al impacto generado en la comunidad. La novena investigación abordará los indicadores disponibles, normativas europeas emergentes y marcos como Prosper4ALL, con el propósito de facilitar herramientas prácticas para las compañías. Además, se analizará cómo estas métricas pueden favorecer la transparencia en la acción empresarial, y también a prevenir riesgos reputacionales como el social washing.

 

Crecimiento inclusivo desde el corazón del negocio

Desde el Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo mantenemos el compromiso de impulsar investigaciones que inspiren, conecten y orienten a las empresas hacia modelos más inclusivos. Estamos convencidos de que invertir en la comunidad no es solo una cuestión ética o reputacional: es una oportunidad estratégica para crecer con propósito y dejar una huella significativa en la sociedad.

Si perteneces a una compañía y el tema te interesa, puedes participar en la nueva investigación. ¡Contáctanos!

Desde aquí, agradecemos a todas las personas y entidades participantes por su generosa y activa colaboración. ¡Nos vemos en el próximo taller!