El camino hacia el empleo juvenil en España

Para garantizar, en la medida de lo posible, la igualdad de oportunidades de todos los jóvenes – neutralizando los factores de riesgo que pueden posicionarles en una situación de especial vulnerabilidad –, es necesario actuar sobre las cinco barreras a la que los jóvenes se enfrentan a la hora de acceder a un empleo. Estas barrera están relacionas con la formación, la estructura del mercado laboral, la ausencia de experiencia laboral al comenzar a buscar un trabajo, la difícil transición de la educación al empleo y barreras específicas en grupos en riesgos de exclusión social.

Entender el problema del desempleo juvenil de forma desagregada permite encontrar soluciones concretas a cada uno de los problemas.

SEGÚN LA COMISIÓN EUROPEA:
Sólo con reducir el índice medio de abandono escolar prematuro en un punto porcentual, la economía europea adquiriría cada año un potencial adicional de casi medio millón de trabajadores jóvenes cualificados.

Para abordar este reto, hemos tomado como referencia el trabajo de Eurofound, en el que establece una clasificación de acciones y políticas concretas, en función de la barrera que pretende derribar bajo la denominación: el camino hacia el empleo.

El camino hacia el empleo es un proceso que tiene diferentes etapas en función del punto de partida en el que se encuentre el joven. Las medidas que se apliquen para contribuir al empleo juvenil tienen que tener en cuenta la situación y la etapa del camino hacia el empleo en la que se encuentra el joven, e ir dirigidas a ayudarle a recorrer el proceso a partir de su situación inicial. No es posible que un joven encuentre un empleo digno si, cuando es más joven o incluso niño, se queda en las etapas iniciales del proceso. Por este motivo, las soluciones generales no ayudan por igual a todos los jóvenes.

En este camino hacia el empleo se pueden diferenciar dos bloques, aunque en algunos aspectos existe relación entre ambos.

El primer bloque tiene como objetivo incidir en la etapa formativa del joven, mientras que el segundo se centra en el momento de su incorporación al mercado de trabajo. De esta forma, el primer paso a dar en el primer bloque consiste en encontrar soluciones al abandono escolar. El segundo paso es la reinserción de los jóvenes que han abandonado el sistema educativo de forma temprana.

En el segundo bloque, el objetivo consiste en facilitar la transición de la formación al empleo, de manera que el joven pueda acceder al mercado de trabajo. Uno de los aspectos que ayudan más en este proceso es el de incrementar la empleabilidad de los jóvenes, preparándoles no sólo en la adquisición y mejora de competencias técnicas, sino en el desarrollo de las competencias personales y profesionales que faciliten el desempeño que las empresas necesitan.

Los jóvenes que se encuentran en riesgo de exclusión social, es decir, los más vulnerables, necesitan una atención especial en cualquiera de los pasos. Es un aspecto a tener en cuenta de forma transversal, y dadas las características y necesidades de este grupo de personas, se ha tratado de forma independiente. Las acciones a desarrollar para incorporar a estos jóvenes al mercado laboral requieren de un enfoque más integral, con un seguimiento y acompañamiento más intenso, adaptado a sus necesidades, y en el que el trabajo con las entidades sociales resulta esencial.

A través de la infografía que encontrarás al final del post, hacemos un resumen de este camino que acabamos de comenzar a describiros.

Desde el Observatorio Empresarial contra la Pobreza hemos creado el I Laboratorio de Acción Empresarial en el Empleo Juvenil. Un programa de formación y asesoría para directivos de RRHH y RSC con interés en desarrollar estrategias innovadoras de empleo juvenil con alto impacto social, en su empresa. Este programa formativo comienza el 15 de febrero de 2017, infórmate aquí.

El camino hacia el empleo juvenil. Qué puede hacer la empresa