Publicamos nuestro VI informe «Productos y servicios inclusivos. Una respuesta empresarial para la vulnerabilidad en España»

Desde el Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo hemos tratado la vulnerabilidad social a través de una mirada amplia, más allá de la pobreza económica y la falta de ingresos. Incidimos en la necesidad de ofrecer productos y servicios inclusivos desde el sector privado.

El 66% de la población mundial no tiene acceso a productos y servicios adaptados a sus necesidades vitales. Así lo reflejamos en «Productos y servicios inclusivos. Una respuesta empresarial a la vulnerabilidad en España«, nuestra nueva investigación. Cada vez son más las empresas que, en su afán por contribuir a un bien social, centran sus esfuerzos en desarrollar negocios inclusivos.

Los negocios inclusivos son entendidos como una forma de satisfacer necesidades globales de manera más sostenible y próspera. A diferencia de otros, son inclusivos porque actúan en la base de la pirámide, es decir, en los 4 mil millones de personas que viven en países en desarrollo y tienen una renta per cápita anual por debajo de los 1.500 dólares.

La vulnerabilidad en España: ¿un destino heredado?

En lo que llevamos de siglo hemos visto una tendencia creciente de la vulnerabilidad en España. Así lo indica Fundación FOESSA, centro experto en sociología vinculado a Cáritas. Tres grandes crisis explican esta realidad: la crisis económica de 2008, la sociosanitaria por COVID-19 y la reciente crisis de suministros marcada por el conflicto ruso-ucraniano.

La sucesión de estas crisis ha provocado que la desigualdad aumente en segmentos de la población con menos ingresos, hasta llegar a la exclusión. Los datos relativos a la tasa AROPE 2021 en España señalaban que el 27,8 % de la población estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Esto equivale a más de 13 millones de ciudadanos. Algunas de las causas principales se deben al empleo precario y desempleo crónico, los altos precios de la vivienda, los precios de los productos básicos y la pobreza energética. Además de otros problemas vinculados a factores poblacionales, sanitarios, financieros, tecnológicos, físicos o de edad.

Grupo DIA es una de las compañías que está trabajando en mitigar las barreras alimentarias y facilitar que una alimentación de calidad esté al alcance de todos, sin importar donde vivan o su presupuesto. Según Pilar Hermida, Chief Communications & Sustainability Officer, “estamos trabajando en impulsar un cambio de hábitos en la alimentación a través de acciones de divulgación y generación de conocimiento dentro de nuestro programa Comer mejor cada día», a lo que añade «la accesibilidad de alimentos debe ser socio-demográfica y también geográfica para lograr asentar unos hábitos saludables. Cerca del 60% de la población española ya tiene una tienda Dia a menos de 15 minutos a pie.»

Por otro lado, una investigación elaborada por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con la Universidad Carlos III señala que las diferencias económicas están directamente relacionadas con la esperanza de vida. Ejemplo de ello es la diferencia de 10 años en la longevidad de los residentes del distrito de San Blas (78,4 años) y los residentes del distrito de Fuencarral-El Pardo (88,7 años).

Según Mónica Gil-Casares, Directora de Investigación, Innovación Social y Consultoría de CODESPA, “estas son solo algunas causas que permiten entender la complejidad de la situación de vulnerabilidad y por qué la pobreza resulta, en numerosas ocasiones, un destino heredado. Desde el observatorio promovemos la investigación, la formación y el desarrollo de proyectos en los que las empresas contribuyen a resolver los retos sociales desde su propio negocio, más allá de su filantropía y acción social”.

A la inclusión, por la vía de los productos y servicios

Conocer y concienciar es el primer paso para empezar a diseñar productos y servicios. Así es posible llegar a todas las personas que, por alguna razón, están siendo excluidas de la economía. Es por ello por lo que las empresas socias del Observatorio hemos querido definir los fundamentos para considerar que un producto o servicio sea inclusivo. Estos fundamentos son: satisfacer las necesidades de uno o varios colectivos vulnerables, tener un impacto significativo en la reducción de la vulnerabilidad, y estar integrado en el modelo de negocio de la empresa, siendo financieramente sostenible.

Según Gil-Casares, “con el fin de que los productos y servicios sean inclusivos, se puede emplear el “paraguas de las cinco ‘aes’. Por un lado, -señala- deben ser adecuados, es decir, que respondan a una necesidad; accesibles en el mercado; asequibles; y estar adaptadas a la población a la que se dirigen y a su ambiente, sin generar impactos negativos”.

Divina Seguros es un ejemplo de empresa capaz de crear productos inclusivos y responder a las necesidades de la sociedad. Ignacio López, Director de comunicación corporativa de Divina Seguros, afirma que, “siempre hemos diseñado productos para dar cobertura a necesidades muy concretas, sin tratar de ir más allá con servicios adicionales que realmente no interesan al tipo de cliente que lo contrata, porque seguramente nunca lleguen a utilizarlo y lo único que hacen es encarecer el precio. En Divina Seguros, actualmente, mantenemos el componente social de nuestros inicios, lo que, unido a una gestión prudente y a una política de precios reducidos, nos permite desarrollar una cartera de productos y servicios para atender tanto a personas con rentas altas como rentas más bajas”, concluye.

En España, los negocios inclusivos están experimentando un crecimiento significativo, impulsados por un entorno favorable que, aunque aún incipiente, busca crear un ecosistema para el emprendimiento social y la economía inclusiva. Al mismo tiempo, está surgiendo una creciente conciencia y demanda colectiva sobre la necesidad de implicación y compromiso de las empresas españolas, que deben contar con propuestas de valor atractivas capaces de poner freno a las situaciones de pobreza y, en definitiva, a la vulnerabilidad.